¿Cómo afecta la esquizofrenia a la funcionalidad?

La personalización de la intervención clínica y el tratamiento de los síntomas negativos y cognitivos deberían ser el centro de atención de cara a mejorar la funcionalidad global de las personas con esquizofrenia.


Las disfunciones cognitivas son una característica esencial de la esquizofrenia y se ha demostrado que desempeñan una función importante en la evolución funcional del trastorno¹. La funcionalidad global está íntimamente relacionado con la calidad de vida. El deterioro funcional en la esquizofrenia está causado en gran medida por los síntomas negativos y cognitivos, que pueden afectar a la funcionalidad social, la memoria de trabajo y la función ejecutiva. Es importante que los tratamientos farmacológicos modernos aborden esta necesidad crítica sin resolver.

A pesar de la cantidad de datos que respaldan los beneficios de las intervenciones de corrección cognitiva en la esquizofrenia, aún quedan varias preguntas por responder. La identificación de factores que permitan predecir la eficacia de la rehabilitación cognitiva se encuentra a la vanguardia de la investigación, ya que la eficacia de los tratamientos depende en gran medida de la selección adecuada de los pacientes en función de la gravedad de la enfermedad y de las metodologías terapéuticas2.

Existe un objetivo terapéutico del que no se habla tanto cuando se trata la esquizofrenia. Va más allá de reducir la frecuencia de episodios psicóticos y a menudo no se le presta tanta atención como a los síntomas positivos: la funcionalidad¹. La mejora de la capacidad funcional de una persona afectará a su calidad de vida, por lo que, en última instancia, es tan valiosa como el tratamiento de los síntomas positivos. Una estrategia terapéutica multimodal normalmente abarcará psicofarmacología, intervenciones psicosociales y ayuda con la vivienda y el sustento económico3.

Es fundamental adaptar y personalizar la intervención clínica (Fig. 1). El seguimiento de la persona, los avances clínicos logrados y la modificación de la pauta de tratamiento cuando sea necesario contribuirían positivamente al cumplimiento de la medicación, la eficacia terapéutica y la continuidad de la asistencia4.

Existen varias intervenciones disponibles, según el caso y la gravedad de la enfermedad.

Episodios psicóticos agudos
En un episodio psicótico agudo, lo más importante es reducir los síntomas positivos. En estos casos, una farmacoterapia adecuada es la primera opción, sin olvidar la funcionalidad. Es fundamental elegir un medicamento que no sede al paciente ni le provoque efectos secundarios insoportables, evitando posibles factores «yatrógenos» negativos en cuanto a funcionalidad. Es más seguro lograr la sedación con benzodiazepinas, administrando la dosis eficaz más baja, en lugar de usar antipsicóticos. La elección de un antipsicótico muy sedante en esta fase puede impedir el alta médica más adelante5.

Episodios psicóticos crónicos
Los síntomas positivos se tratan de forma similar en todos los diagnósticos, aunque se utilizan diferentes niveles de dosis, pautas y duraciones. Sin embargo, cuando no hay síntomas psicóticos agudos o no son tan frecuentes, pero los síntomas negativos y los síntomas cognitivos predominan en el cuadro clínico, existe margen para otro tipo de intervenciones. La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, se recomienda como intervención de primera línea para el tratamiento de la depresión y la ansiedad leves o moderadas6. En estos casos, también es muy recomendable adoptar un modo de vida saludable y hacer ejercicio con regularidad, ya que se ha demostrado que mejoran la función cerebral al mejorar la memoria, la ejecución de múltiples tareas y la planificación, inducen la reparación de las células cerebrales y aumentan la capacidad de concentración7. Por último, el apoyo económico y el cumplimiento de las aspiraciones profesionales son esenciales para mantener la remisión.


Aunque el proceso de estas intervenciones no está descrito claramente en todos los casos, cada modelo de intervención tiene un grupo concreto de metas y objetivos, así como un programa de tratamiento, y todas han resultado eficaces para mejorar diferentes aspectos de la funcionalidad de los pacientes con esquizofrenia. Sin embargo, existen dificultades para implantar estas intervenciones en la práctica clínica cotidiana en entornos de asistencia comunitaria, como recursos insuficientes para prestar y evaluar adecuadamente la intervención seleccionada, un número limitado de cuidadores o una formación inadecuada y un reconocimiento y apoyo insuficiente en los servicios de salud mental existentes⁸.

Figura 1: Mejorar la funcionalidad en la esquizofrenia

El tratamiento de los síntomas negativos es otro elemento esencial que se debe plantear cuando se analiza la mejoría de la funcionalidad (Fig. 1)3. Aunque se observan síntomas negativos hasta en el 26 % y el 58 % de los pacientes con esquizofrenia hospitalizados y ambulatorios, respectivamente, responden peor a los medicamentos actuales que los síntomas positivos9. Además, solo unos pocos antipsicóticos cuentan con datos que demuestren su eficacia en los síntomas negativos10. Por este motivo, la falta de tratamientos eficaces para los síntomas negativos sigue siendo una importante necesidad pendiente, especialmente teniendo en cuenta la importancia de estos síntomas para la evolución de los pacientes9. Por consiguiente, es esencial reconocer, comprender y abordar los síntomas negativos con rapidez, ya que la intervención precoz puede afectar enormemente a la funcionalidad global y, en consecuencia, a la calidad de vida8.

Además de los síntomas negativos, hay otra clase de síntomas para los que no existe ningún tratamiento específico aprobado: los síntomas cognitivos (Fig. 1). También están relacionados con la funcionalidad general y siguen siendo una necesidad médica no resuelta11, 12. La sintomatología cognitiva engloba una funcionalidad ejecutiva deficiente, especialmente en la toma de decisiones y la elaboración de información, déficits de atención y un deterioro de la memoria de trabajo13. Es muy probable que estos síntomas afecten a la calidad de vida y a la funcionalidad diaria de los pacientes. La investigación sobre los síntomas cognitivos ha avanzado considerablemente en los últimos decenios. Aun así, las pautas farmacológicas modernas siguen teniendo problemas para lograr mejoras sustanciales en esta clase de síntomas. Los ensayos piloto centrados en los síntomas cognitivos que han tenido éxito no se han reproducido en ensayos más extensos. Esto demuestra es esencial seguir investigando mucho más en este tema14.

El principal objetivo terapéutico de las pautas farmacológicas actuales es mejorar la funcionalidad general, pero la mayoría de las mejoras clínicas se observan sobre todo cuando se abordan los síntomas positivos. Las opciones terapéuticas modernas deben centrarse en los síntomas negativos y cognitivos, revisarse con frecuencia y de forma sistemática y adaptarse en función de las necesidades y preferencias de cada persona15. Lo ideal es que una pauta antipsicótica eficaz integre el tratamiento de todos los tipos de síntomas, mejore la funcionalidad social y evite el avance del deterioro cognitivo. El principal indicio de que un plan de tratamiento está siendo eficaz debería ser una mejoría notable de la funcionalidad general, lo que mejorará la calidad de vida16.

Referencias

  1. Bowie et al. Am. J. Psychiatry. 2006; 163 (3): 418–425
  2. Medalia and Richardson. Schizophr. Bull. 2005; 31 (4): 942–953
  3. Haller CS. F1000Prime Reports 2014;6:57
  4. NICE Psychosis and schizophrenia in adults: prevention and management 2014
  5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1839209/pdf/bmj-334-7595-cr-00686.pdf
  6. https://www.nasmhpd.org/sites/default/files/DH-CBTp_Fact_Sheet.pdf Cognitive Behavioral Therapy for Psychosis (CBTp): Fact Sheet, Hardy K, Stanford University Department of Psychiatry and Behavioral Health
  7. EPA Report(27th European Congress of Psychiatry) 2019
  8. Chien et al. Neuropsychiatric Disease and Treatment. 2013; 9: 1463–1481
  9. Chue P, Lalonde JK. Neuropsychiatr Dis Treat. 2014 May 8;10:777-89. doi: 10.2147/NDT.S43404. Review
  10. Krause, M., Zhu, Y., Huhn, M. et al. Eur Arch Psychiatry Clin Neurosci (2018) 268: 625
  11. Carbon M. CNS Spectr 2014;Suppl 1:38-52
  12. Buchanan RW. Schizophr Bull 2007;33: 1013–1022
  13. National Institute of Mental Health. Schizophrenia. 2009
  14. Goff DC. Pharmacol Biochem Behav 2011;99(2):245–253
  15. Carbon M, Correll CU. Dialogues Clin Neurosci. 2014 Dec;16(4):505-24. Review. PubMed PMID: 25733955; PubMed Central PMCID: PMC4336920.
  16. Sommi, 2017 (https://www.medscape.org/viewarticle/463775)
Login to Unlock

Aspectos generales de la esquizofre…

La esquizofrenia puede definirse como un trastorno mental grave que afecta a los comportamientos, pensamientos y emociones. Es posible que los primeros síntomas

Leer más
Login to Unlock

Estudiar y trabajar con la esquizof…

Las personas que padecen enfermedades mentales de larga duración, incluida la esquizofrenia, encuentran obstáculos para trabajar debido al estigma, los prejuici

Leer más